«Estamos viviendo una auténtica pesadilla. Mi hija no se atreve a salir a la calle y no dejamos de recibir mensajes amenazantes. Nos persiguen por la calle y no se cortan un pelo en su agresividad. Se trata de un caso de bullying escolar en toda regla, pero hasta que las autoridades hagan algo estamos dejados de la mano de Dios», afirma Natividad, una de las denunciantes.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Fiscalía de Menores se han hecho cargo de la investigación de un presunto caso de bulling detectado en Palma.
«Todo comenzó cuando una niña de unos 12 años empezó a ser objeto de acoso por parte de un grupo de niñas de su misma clase. Las agresoras le insultaban constantemente, además de agredirla y acosarla en presencia de otros alumnos.
Tras poner o sucedido en conocimiento del profesorado de este centro, los padres decidieron que su hija abandonara el colegio», relata la madre de una de las víctimas.
«Pese a abandonar el antiguo centro educativo y no mantener relación con sus excompañeros, dos chicas les iban a esperar a la puerta de su nuevo colegio (centro concertado de Palma), insultándola e intentando agredirla, siguiéndola hasta su casa», prosigue la denuncia.
Hace unos días, las dos escolares acosadas estaban en la plaza Madrid cuando fueron atacadas por la pandilla de adolescentes.
Desde hace unos días, las víctimas reciben mensajes privados en su perfil de Facebook por parte de las presuntas agresoras. La Policía Nacional cuenta con más de 200 mensajes amenazadores cargados de insultos y descalificaciones