La afluencia de turistas británicos ha descendido de forma considerable desde que finalizó el verano. Los incidentes suelen comenzar de madrugada, cuando los turistas han consumido cantidades ingentes de alcohol u otras substancias.
Agresiones
A las 3,30 horas un ciudadano inglés y otro español se enzarzaron a golpes. Uno de los puñetazos impactó de lleno en el ojo del residente. Cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron, sufría un grave hematoma ocular.
Una hora después, la tensión se desvió a Portals, donde un brasileño y un español se pelearon y uno de ellos sufrió un corte inciso en el pecho.
A las 5,15 horas, los agentes regresaron a Punta Ballena porque un camarero y un marroquí se estaban enfrentando. El primero acusaba al magrebí de haber robado un bolso, que sólo contenía dos pintalabios. El otro lo negaba, y ambos acabaron a golpes.
Sobre las seis de la mañana se registraron otras peleas en la calle, de grupos de jóvenes que volvían a su hotel y golpeaban a otros sin motivo.
Cuando ya empezaba a amanecer, los últimos rezagados de la noche protagonizaron nuevos incidentes, maltratando el mobiliario urbano y provocando riñas callejeras.