El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Palma, ayer en funciones de guardia, ordenó el ingreso en prisión sin fianza para el ‘gigante polaco' por matar a golpes a un okupa en la barriada del Amanecer, de Palma. La declaración del acusado duró escasamente 15 minutos, pero fueron suficientes para reconocer ante el juez algunas cosas de la pelea mortal y alegar que sufría lagunas de memoria de todo lo que había ocurrido porque iba muy borracho.
Han resultado determinantes las declaraciones de los once okupas que residían en el descampado junto a la víctima en la calle Pere Caffaro, justo detrás del Conservatorio de Palma. El presunto homicida es un hombre de 56 años de edad de nacionalidad polaca. Mide dos metros y cuatro centímetros y pesa más de 160 kilos. El resto de okupas lo definen como un hombre muy violento, agresivo y de una fuerza descomunal.
Sobre las 22 horas del viernes, víctima y agresor estaban jugando a cartas en compañía de otros compañeros. En ese instante, se inició una acalorada discusión provocada por una botella de vodka. Ambos iban muy bebidos y el primero en atacar parece ser que fue la víctima que, al ver la corpulencia del polaco, decidió hacerlo utilizando una barra de hierro. En ese instante, el presunto homicida, le arrebató la barra y le destrozó la cabeza y acabó con su vida, tal y como les adelantó en primicia Ultima Hora. También comenzó a golpearle en el estómago. De hecho, los forenses y personal médico que lo atendieron en primera instancia comprobaron que la víctima tenía numerosas marcas en la piel como consecuencia de los golpes con un objeto extraño.
Lo más llamativo del caso es que el ‘gigante polaco' no se había dado cuenta de la gravedad de sus hechos. Cuando llegó la policía, se lo encontró junto al cadáver fumando un cigarrillo. El varón no ofreció ninguna resistencia a la hora de ser detenido.