Cinco rusos y españoles, dos de ellos menores de edad, han sido detenidos por la Guardia Civil acusados de formar una banda organizada que apaleaba salvajemente a turistas en Magaluf, a los que desvalijaban cuando quedaban inconscientes. La red mafiosa también robaba en casas habitadas de Calvià y en establecimientos.
La investigación se inició a raíz de un robo en un gimnasio de Santa Ponça y los agentes del Área de Investigación detectaron que no se trataba de un caso aislado, sino que el implicado tenía conexiones con una peligrosa banda.
Muy violentos
El grupo se había especializado en seguir y asaltar a turistas que regresaban ebrios a su hotel, en Magaluf y alrededores. Nada más abordarlos, de madrugada, le propinaban un golpe muy violento que lo derribaba y una vez en el suelo continuaba la lluvia de patadas y puñetazos. Algunos de las víctimas quedaban inconscientes a causa de la paliza. Todos ellos, aguantaran o no los golpes, eran desvalijados.
La banda también entraba en casas habitadas y sustraía efectos de valor. El 23 de junio, los agentes detuvieron a un menor ruso por el robo en el gimnasio y en una vivienda habitada, y se recuperó una gran cantidad de material sustraído, que el adolescente tenía ocultos en su casa.
Tres días después, la operación continuó en marcha y la Benemérita arrestó a otros cuatro implicados en la organización mafiosa. Los agentes practicaron tres registros autorizados por el juez, dos en Santa Ponça y uno en Andratx. También fue inspeccionado un taller mecánico en esta última localidad.
Fruto de estos registros, la Guardia Civil intervino televisores, terminales móviles de última generación, Ipads, ordenadores portátiles, gafas de sol, relojes, joyas y 2.000 euros en metálico. Además, se han incautado de varias dosis de hachís, armas de fuego, armas blancas y otras prohibidas. La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia palmesana informó de que todo ese material podría superar los 20.000 euros. Buena parte del género recuperado ya ha sido devuelto a sus legítimos propietarios.
La Policía Local de Andratx ha colaborado en los registros y, de hecho, el ariete empleado para tirar puertas era de los agentes municipales.