La denuncia por delitos de índole sexual contra el expárroco de la iglesia de Sant Sebastià, de Palma, Alfredo Miralles ha sido admitida a trámite por un juzgado de instrucción. Curiosamente, se trata del mismo al que ha correspondido por reparto la denuncia del canónigo Joan Darder contra Miralles por una agresión producida el pasado jueves por la tarde en las Avenidas, de Palma.
Las pesquisas judiciales se encuentran aún en una fase muy temprana y están a la espera de las diligencias que realiza el Cuerpo Nacional de Policía para esclarecer los hechos. La denuncia proviene de un hombre de nacionalidad boliviana que trabajaba como responsable de mantenimiento de la parroquia que dirigía Miralles en ese momento. El denunciante relata varios hechos de índole sexual y en ella se detalla que el sacerdote fue visto por el denunciante en una situación sospechosa.
El denunciado asegura que todo es una trama en su contra. El encargado de mantenimiento se ha visto inmerso en otros incidentes como la agresión hace unos meses a un sacerdote de la misma parroquia, hechos detrás de los que también hay un supuesto trasfondo sexual.
Por su parte, Darder acudió ayer al Obispado para dar cuenta de lo sucedido.
Miralles es el segundo sacerdote mallorquín con causa abierta en un juzgado por delitos sexuales. El expárroco de Can Picafort, Pere Barceló, tiene una causa abierta en Inca cuya instrucción está a punto de finalizar.