Uno de los menores detenido por asaltar una vivienda en Manacor, agredir y amordazar a la moradora de la misma ya había sido detenido, en lo que llevamos de año, hasta en dos ocasiones.
Entre sus hazañas delictivas, el menor de nacionalidad venezolana, había dado un tirón a una mujer de avanzada edad provocado que la anciana permaneciera cerca de una semana ingresada en el hospital. A pesar de todo ello y de contar con múltiples antecedentes, el juzgado de menores, a instancias del fiscal, lo dejó en libertad.
La situación que está padeciendo Manacor con la radicalización violenta de los menores delincuentes, según los vecinos, es de auténtica vergüenza.
La ciudad del mueble cuenta con una veintena de chicos y chicas, menores de 18 años, con un largo historial delictivo a sus espaldas que en los últimos meses han provocado que se dispare el número de delitos violentos cometidos por los menores.
A pesar de que Manacor, en su global, ha conseguido bajar la tasa de criminalidad considerablemente y es una de las ciudades con los índices delictivos más bajos de Balears, la impunidad con la que campan los menores ha provocado una gran alarma social en el municipio.
«La legislación penal es muy permisiva con los chavales. Comenten un delito, la policía los detiene y a la media hora el fiscal de menores ya ordena que se lo entreguen a sus padres. Así no podemos seguir», afirma un vecino afectado por un robo con fuerza perpetrado por uno de estos menores.
Fuentes policiales consultadas por Ultima Hora han declinado realizar ningún comentario y se muestran muy respetuosos con las decisiones de jueces y fiscales.
En el municipio, en los últimos meses, los chicos, al percatarse de la impunidad con la que cuentan, han pasado de cometer simples hurtos al descuido para dar el salto a los robos con violencia.
La mayoría de los fichados son extranjeros, especialmente marroquíes y sudamericanos.