Que la vida del agente de la Policía Nacional J. J. F. no es la misma desde que fuera imputado en la sustracción de 1,7 millones de euros de las oficinas del Grupo de Empresas Matutes nadie lo niega. Ha pasado de ser un agente respetado en la Isla y hasta condecorado, a quedar libre con cargos tras declarar ante el juzgado de guardia el pasado tres de noviembre como presunto participante en uno de los robos más impactantes de los últimos años en Eivissa.
Sin embargo, su día a día dió un giró aún más radical este lunes por la noche cuando dos hombres encapuchados y armados asaltaron su vivienda, golpeandole y provocándole varias heridas. «No sé que voy a hacer ahora, estoy nervioso y tengo miedo», confesaba ayer brevemente el agente a Ultima Hora momentos antes de poner la denuncia por los hechos ante la Guardia Civil.
En el asalto a su vivienda de Sant Llorenç y que aún está siendo investigado por el propio Instituto Armado, también se vio afectada la esposa del policía que sin embargo logró escapar no sin el susto en el cuerpo. «Qué me hagan daño a mí lo paso pero que vayan a por mi mujer no lo voy a permitir y por eso ahora tengo que ver que hago porque mis prioridades en la vida han cambiado desde el lunes», explicó escuetamente J. J. F.
Durante este mismo ataque los dos individuos que, según algunas fuentes le reclamaban el resto del dinero del robo a la oficina del Grupo de Empresas Matutes, el hombre de 38 años de edad, sufrió varias agresiones de las que fue atendido, primero en su propio domicilio por los facultativos del 061, y después por los médicos de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. En este centro médico se le diagnosticó una policontusión facial, una contusión en la muñeca derecha y varios daños en los dientes. «Estoy bien, pero esto no puede seguir así y tengo que aclarar todo con mi abogado», finalizó el implicado.
Sigue la investigación
Por su parte, la Guardia Civil aseguró que continúa abierta la investigación para dar con el paradero y la identidad de los dos asaltantes a la vivienda de J. J. F. después de que el agente pusiera la correspondiente denuncia ayer por la mañana.
De momento, según confirmó a este periódico el propio Instituto Armado, los investigadores «no descartan ninguna hipótesis después de recabar datos, pistas y testimonios en el lugar de los hechos».