Indignación generalizada entre los vecinos, residentes y comerciantes de la plaza de la Reina por la muerte, en la mañana del miércoles, de un indigente de unos 50 años de edad.
«Nuestras autoridades se gastan millones en promoción turística y al mismo tiempo somos capaces de acumular basura y permitir que un amplio grupo de mendigos vivan rodeados de mierda y ratas. Lo peor de todo es que cuando se llevaron el cadáver, a los diez minutos, una brigada de Emaya estaba limpiándolo todo», comentaban un grupo de comerciantes de la zona.
Los vecinos lamentan la dejadez municipal y la permisibilidad que tienen los mendigos de hacerse el control de una de las plazas más concurridas y turísticas de Balears.
«Ayer por la noche la plaza estaba llena de mendigos de nuevo. Siempre van borrachos y las peleas son constantes. Una ambulancia de la Cruz Roja y unos asistentes los controlan, pero ellos no quieren someterse a ningún tipo de disciplina y descartan acudir a los servicios sociales» concluye María, una vecina de la zona.