A grandes males, grandes remedios. La Policía Local de Calvià y la Guardia Civil del parque de Palmanova han incrementado, de manera notable y permanente, su presencia permanente en Punta Ballena. Los resultados no se han hecho esperar y el número de incidentes ha disminuido consideradamente.
Además, dentro del paquete de medidas de seguridad adoptadas por las autoridades, también se incluye el cierre de Punta Ballena al tráfico rodado, excepto para residentes de la zona.
Dicha medida ha tenido una gran acogida por parte de los comerciantes y, fuentes policiales, han confirmado que restringir el tráfico está evitando enfrentamientos constantes e incidentes entre conductores y turistas ebrios.
Por otra parte, la Policía Local de Calvià mantiene un dispositivo de ocho agentes de manera permanente en la calle que se ven reforzados por unidades de apoyo satélites. Del mismo modo, la Guardia Civil, con un mínimo de cuatro patrullas diarias en la zona, también ha intensificado su presencia, tanto en materia de seguridad ciudadana como de investigación.
Por otra parte, en la madrugada del miércoles y de ayer se registraron una serie de incidentes. El primero de ellos tuvo como protagonista un portero de discoteca que sacó del local a un turista ebrio y, cuando estaba fuera, le propinó una fuerte patada. Un grupo de españoles presenciaron los hechos y alertaron ala Guardia Civil y Policía Local que, con suma celeridad, se hicieron cargo de la situación.
Como incidencias más destacadas cabe resaltar que se produjeron una decena de intoxicaciones etílicas que precisaron ser atendidas por personal facultativo, diversas crisis de ansiedad por aglomeración en los locales y una supuesta violación en un complejo hotelero. Finalmente, la víctima no quiso denunciar los hechos al relatar a los agentes que no se acordaba de nada.