Pep, el burro que vivía en la finca La Trapa, propiedad de la organización ecologista GOB y que ha sido calcinada en un 80 por ciento por el incendio que ha afectado a esta parte de la Serra de Tramuntana de Mallorca, es un ejemplo de las consecuencias de este grave suceso. El animal, que ha logrado sobrevivir a la catástrofe, necesita un nuevo lugar para vivir, pues su misión era mantener limpias de malezas las "marjades" o terrenos delimitados por paredes de piedra que abundan en esta finca. Como ha destacado el GOB en sus mensajes vía redes sociales, precisamente esta labor de limpieza que realizan los animales es fundamental en la prevención de incendios.
Después del incendio, una vecina de Sant Elm se ha hecho cargo del animal para acogerlo temporalmente, pero continúa la búsqueda de una finca en la que el animal pueda establecerse definitivamente, puesto que las labores de recuperación de La Trapa, una emblemática finca que ya fue devorada por otro gran incendio en 1994 y en la que se han invertido durante dos décadas mucho trabajo de voluntariado para su recuperación, no volverá a ser la misma en muchos años.