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Asesinado un empresario de Alaró

Celdas separadas y vigilancia permanente en prisión para los acusados del asesinato de Alaró

Los profesionales del centro examinarán a Andreu Coll y Francisco Abas para asignarles su módulo

Andreu Coll Tur, de 18 años, en los juzgados de Vía Alemania de Palma el pasado viernes. | Montserrat T Diez

| Alaró-Palma |

Andreu Coll Tur y Francisco Abas Rodríguez ingresaron el viernes por la noche en el centro penitenciario de Palma después de confesar ante el juzgado de guardia de Vía Alemania el crimen del empresario de Alaró Andreu Coll Bennàssar, de 57 años.

Desde entonces se encuentran en el departamento de enfermería de la cárcel, en celdas separadas, y se han extremado las medidas de seguridad para ellos ante el riesgo de que puedan autolesionarse.

Un equipo formado por trabajadores sociales, psicólogos y demás profesionales de la prisión palmesana los evaluarán en los próximos días y decidirán qué módulo es el más apropiado para ellos.

Vigilancia

Hasta entonces seguirán en el departamento de enfermería y sin compartir celda, aunque ello no quiere decir que estén aislados y pueden coincidir en momentos determinados de actividades comunes, como pueden ser desayunar, comer, cenar o salir al patio.

El protocolo que se ha seguido con Andreu y Fran, de 18 y 20 años, respectivamente, no es diferente al de otros presos, aunque por su juventud y al desconocerse la relación que hay entre ellos se ha optado por ponerles vigilancia permanente para evitar que puedan autolesionarse.

Andreu Coll cumplirá 19 años el próximo mes de agosto y hace dos años conoció a Francisco Abas jugando a la Play Station.

Formaban equipo on line y eran apasionados del juego Call of Duty, en el que se inspiraron para cometer el crimen de Andreu Coll. Primero tramaron eliminarlo con sobredosis de somníferos, de los que el empresario, cuyo patrimonio se estima en 50 millones de euros, utilizaba para dormir. En unos bollos le introdujeron hasta cinco pastillas pero Andreu quedó solo atontado.

Al día siguiente, madrugada del sábado al domingo 30 de junio ya no tuvieron tanta piedad y mataron a golpes a Andreu Coll en su finca de Alaró. Trasladaron el cadáver en un todoterreno hasta Bunyola y después limpiaron durante horas la vivienda para intentar evitar restos de sangre y huellas. No obstante, acabaron siendo descubiertos por la Guardia Civil y tanto en las dependencias de la Benemérita como de los juzgados declararon el asesinato.

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