Agentes de la Policía Nacional han detenido a una persona en Palma de Mallorca y a otra en Alicante por ser los responsables de un grupo que defraudó en Internet más de 750.000 euros con tarjetas clonadas. En esta fase de la investigación han sido arrestadas estas dos personas que presuntamente formarían la cúpula directiva de la organización en España.
También está imputada una anciana de 82 años, madre de uno de los detenidos, responsable de enviar fuera de España el dinero que obtenían con sus actividades ilícitas, han informado desde la Jefatura Superior de Policía en Aragón.
Al parecer, los detenidos compraban en la Red productos electrónicos de alta gama con tarjetas de crédito fraudulentas para, posteriormente, venderlos en páginas web de compraventa sirviéndose de empresas pantalla.
Se les imputan delitos de falsificación de documento mercantil, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, estafa informática y alzamiento de bienes.
EN JACA Y ZARAGOZA
La primera fase de esta operación finaliza a finales del pasado año cuando se detuvo a otras cinco personas, dos de ellas en Jaca y tres en Zaragoza, quienes tenían cargos de menor nivel dentro del entramado y su cometido era dificultar el rastreo por parte de la Policía de las estafas que cometían.
Estas personas habían sido captadas mediante supuestas ofertas de un trabajo bien remunerado, consistente en recibir en su casa paquetería y reenviarla al extranjero (a modo de centro de recepción de productos de una empresa).
Sin embargo, «lo que realmente hacían era participar en las actividades ilícitas de la organización ayudándoles a blanquear los productos ilícitos», han detallado las citadas fuentes.
TROYANOS, PHISING O PHARMING
El grupo investigado se dedicaba a comprar a través de Internet productos electrónicos de última generación, como cámaras fotográficas, tablets, smartphones u ordenadores portátiles.
Los pagos de los artículos se efectuaban con tarjetas de crédito de personas obtenidos fraudulentamente por medio de troyanos u otros procedimientos como el phising y el pharming, técnicas informáticas destinadas a hacerse pasar por instituciones públicas o entidades bancarias con la finalidad de obtener información sobre las tarjetas de crédito.
Una vez que la organización tenía los productos en su poder, los revendía a través de conocidos portales Internet de compraventa desde España a diferentes países del continente europeo. Esta «exportación» de los productos dificultaba en gran medida la labor policial de seguimiento e investigación.
Además, para actuar con mayor impunidad, la organización había creado un sistema de empresas pantalla desde las que se enviaban y recibían los productos estafados, logrando una infraestructura capaz de realizar en el plazo de tan sólo dos meses más de 1.100 estafas. Se calcula que el importe total de lo estafado por esta organización es de casi 750.000 euros.
Se han registrado denuncias de víctimas de estas compras por toda la geografía europea. La investigación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones tanto en España como en el resto de Europa.
La investigación policial ha sido desarrollada por funcionarios de la Comisaría Local de Jaca, la Brigada Regional de Policía Judicial de Aragón, en colaboración con las Jefaturas Superiores de Policía de la Comunidad Valenciana y de las Islas Baleares.