El 28 de marzo de 1844, bajo reinado de Isabel II, el marqués de Peñaflorida escribía: «Para proteger los bienes de los vecinos honrados y pacíficos, se crea un Cuerpo especial de infantería y caballería, con la denominación de Guardia Civil». Ayer, en un acto sobrio y austero, Palma homenajeó a la Benemérita en el 169 aniversario de su fundación.
La celebración se llevó a cabo al mediodía en el salón de actos de la Delegación de Hacienda y estuvo presidida por el president del Govern, José Ramón Bauzá; la presidenta del Parlament, Margalida Durán; la delegada del Gobierno, Teresa Palmer y el coronel jefe de la Guardia Civil, Basilio Sánchez Rufo.
Siete guardias civiles fueron condecorados con la cruz al mérito del Cuerpo. Se trata del comandante Vicente Olivares; el subteniente Alfonso Pampín; los cabos primeros Francisco Miguel Sánchez y Pedro Antonio Mora; el guardia civil primero Juan Galán; y los guardias civiles Martín López y Juan Luis Vicens.
También se libró un diploma para los guardias y mandos que en 2012 pasaron a la reserva: el capitán Rafael Real y el guardia civil Francisco Pedregosa.
También fueron distinguidos los beneméritos que se retiraron el año pasado: los guardias Emilio Gómez, Fernando Prats y Manuel Cobos.
Discursos
En nombre de los homenajeados, el capitán Real leyó un discurso en el que repasó la creación de la Benemérita y criticó duramente que algunos Gobiernos nacionales hubieran negociado «con desalmados», en alusión a ETA. También fue duro cuando recordó que en algunas comunidades autónomas «se palpa cierto desprecio» hacia el instituto armado.
A continuación, Palmer, Bauzá y Basilio dirigieron unas palabras a los presentes. En sus discursos, muy similares los tres, destacaron que la reciente encuesta del CIS coloca a la Guardia Civil entre las instituciones mejor valoradas por los españoles.
La delegada y el president coincidieron en que la presencia de la Benemérita en la isla hace que se trate de un destino seguro y atractivo para «millones de turistas». El coronel Basilio, por su parte, recordó que en sus inicios, el instituto armado sumaba «5.500 hombre, y ahora somos 80.000». El coronel rindió homenaje a los condecorados y tuvo palabras de recuerdo para Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, asesinados por ETA.