La Audiencia de Palma ha dejado visto para sentencia esta mañana el juicio de un entrenador de fútbol, Juan M.S., que ha reconocido haber abusado de dos menores de 12 años en 2011 y ha aceptado la petición de una condena de 2 años de prisión.
El joven, que tenía 24 años cuando ocurrieron los hechos, en febrero y marzo de 2011, ha admitido que se ganó la confianza de los chavales a los que acompañaba a actividades deportivas como entrenador y abusó de ellos al menos en cuatro ocasiones, en un coche, en un vestuario y en su propio domicilio.
Les exigió actos de contenido sexual como masturbaciones mutuas, besos y caricias, e intentó que uno de ellos le penetrara analmente sin conseguirlo.
Durante el juicio celebrado esta mañana, el joven ha reconocido que cuando aceptó ser entrenador en realidad no quería asumir esa responsabilidad y no estaba en un buen momento psicológico.
«Estaba mal conmigo mismo y me equivoqué», ha asegurado el acusado, que ha dicho sufrir una discapacidad del 34 %, si bien la primera evaluación que se le practicó en el inicio del proceso indicó que era de un 10 %.
Según la Fiscalía, el procesado sufre un retraso mental moderado que limita y altera su capacidad intelectiva y su comprensión de los hechos, por lo que se le aplica la atenuante de alteración psíquica. También se le ha aplicado la atenuante de reparación del daño porque ha abonado 7.000 euros.
«Lo único que me queda es decir que estoy muy, muy arrepentido y pido disculpas a J. y a J.. Seguro que no se volverá a repetir nunca, he aprendido mucho, he vivido una mala experiencia y lo siento», ha afirmado ante el tribunal presidido por el magistrado Carlos Izquierdo.
Además de admitir los hechos, el acusado, defendido por el abogado Miquel Cardell, se ha conformado con la pena solicitada por el fiscal y la acusación particular que han rebajado la condena de prisión que pedían de 11 a 2 años al aplicar las dos atenuantes.
Alejamiento
La Fiscalía y la acusación particular han pedido también una pena de alejamiento de una distancia mínima de 300 metros de los dos menores y prohibición de comunicarse con ellos durante 5 años, así como que el acusado siga recibiendo tratamiento psiquiátrico y se someta a informes periódicos de trabajadores sociales durante esos 5 años.
Además han solicitado una indemnización de responsabilidad civil de 4.000 euros para uno de los menores y de 3.000 para el otro, por los daños morales y psíquicos sufridos. Ya la ha pagado.
Dado que el joven ha admitido los hechos, las acusaciones han renunciado a que los menores tuvieran que declarar ante el tribunal. Sí que han declarado como testigos en el juicio la madre de uno de los chicos y el padre del otro.
Ambos han relatado que los menores les contaron lo ocurrido. La madre de unos de ellos ha explicado que, tras sufrir los abusos, su hijo dejó de comer, llegó a adelgazar 7 kilos, no hablaba, estaba agresivo y empezó a ir muy mal en los estudios.
Pasado un tiempo llegó a admitir ante su madre parte de lo que había ocurrido y posteriormente contó más detalles a la Policía Nacional.
«Ha estado un año en tratamiento psicológico y gracias a Dios está muy bien», ha explicado la madre, que ha reclamado una indemnización para su hijo, así como una orden de alejamiento.
El padre del otro menor también ha explicado que su hijo cambió tras lo ocurrido y que sacaba malas notas, aunque en la actualidad se encuentra bien.