Llevaba una cogorza tan grande que entró a robar en un bar de Platja de Palma, fracturó la puerta de entrada, sustrajo varios objetos y decidió echarse una siestecita en uno de los sofás del local. Debían ser tan cómodos los cojines que el ladrón no dudó en tumbarse y quedarse profundamente dormido hasta el momento de su detención.
Los hechos ocurrieron, sobre las nueve de la mañana del pasado martes, en una conocida cervecería de la calle Miquel Pallisa de Platja de Palma.
Al parecer, la alarma del local se disparó y, numerosas dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía acudieron al lugar.
A su llegada, los funcionarios se percataron de que la puerta de entrada estaba manipulada y también había una ventana fracturada. Todo apunta a que el presunto ladrón cogió un taburete de la terraza y con el mismo golpeó puerta y ventana.
Acto seguido, un vigilante de seguridad, el propietario del local y varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía entraron al local y localizaron al varón tumbado en el sofá, plácidamente durmiendo y roncando.
Se trata de un ciudadano de nacionalidad rusa identificado como Andrey S., de 50 años de edad.
Cuando se procedió al registro del detenido se le localizaron varios teléfonos móviles de alta gama, dinero en efectivo, tarjetas de crédito, pintalabios, varios estuches de maquillaje etc...
En su declaración, el varón reconoció los hechos, pidió perdón y afirmó a los agentes: «Iba tan borracho que no sé que he hecho y mucho menos que hago dormido en este sofá».