La Audiencia Provincial ha impuesto penas que suman 39 años de prisión a los diez miembros de una de las redes de narcos menos efectivas jamás juzgadas. Hasta en cinco ocasiones intentaron introducir cocaína en Mallorca desde Colombia sin éxito alguno: en dos ocasiones sus correos no llegaron a salir de Bogotá sin ser descubiertos, en otra fue detenido en Barcelona con y, finalmente la policía les interceptó dos paquetes que enviaron por via postal. Los hechos ocurrieron a lo largo del año 2011.
El gafe de la banda no termina allí y les ha llevado a tener un juicio accidentado. La sentencia será con seguridad llevada al Supremo después de un incidente en un trámite que suele ser de lo más soso de un juicio, el turno para introducir documentos como prueba. Uno de los abogados pidió ser sustituido por un compañero en una de las sesiones en la que se iban a escuchar los pinchazos de la policía a la trama. Sin embargo, se avanzó a la prueba documental sin que estuviera el letrado. En ese trámite, la Fiscalía no introdujo la pericial que acreditaba la droga. La vista se suspendió a la espera del letrado y, a la mañana siguiente, la Sala suspendió el trámite anterior ante las protestas de los letrados que declararon vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva.