Un centenar de personas, entre ellas numerosas autoridades públicas, han participado este mediodía en el minuto de silencio convocado por el Ayuntamiento de Palma en la plaza de Cort en memoria de Soledad C., la mujer boliviana de 34 años presuntamente asesinada por su compañero de piso el pasado domingo.
El alcalde de Palma, Mateo Isern, ha expresado sus condolencias a la familia de la fallecida y ha pedido la colaboración ciudadana contra la violencia de género.
«Animo a todos los ciudadanos a que cuando tengan conocimiento de cualquier tipo de violencia lo denuncien porque lo que tenemos que hacer es llegar a tiempo para evitar que haya ni una sola muerte más por violencia de género que es nuestra obligación», ha pedido Isern.
Soledad C. fue hallada en parada cardiorrespiratoria en su domicilio de la calle Aragón, después de que un compañero de piso, Mustapha M, de 40 años de edad, hubiera acudido a la policía para confesar que la había acuchillado.
«Estas actitudes son absolutamente inaceptables en los tiempos de corren y hay que hacer todo lo posible para que no se vuelvan a repetir», ha afirmado el alcalde.
También la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, ha condenado lo ocurrido, así como la lacra social de la violencia machista, y ha apelado a la concienciación social y la «tolerancia cero hacia la violencia de género».
La directora del Institut Balear de la Dona, Manuela Meseguer, ha lamentado que todavía ocurran sucesos como éste y que haya «hombres que se crean con el derecho de atacar a una mujer cuando no consiguen lo que ellos quieren».
Aunque se está investigando la muerte de otra mujer en Palma, Meseguer ha recordado que el de Soledad C. es el segundo asesinato confirmado por violencia de género ocurrido en Baleares este año, tras el asesinato en febrero de otra mujer en Artà. «A ver si es por fin el último hecho contra las mujeres», ha deseado la responsable del Institut de la Dona.
Sobre el asesinato del domingo, Meseguer ha detallado que por el momento se desconoce lo que ocurrió, pero se sabe que la mujer estaba en Palma para trabajar y que era madre de familia. Sobre su vínculo con el agresor, Meseguer ha señalado que «hay dudas de que tuviese una relación con él, pero sí que compartían el piso».
Meseguer ha ofrecido la ayuda del Institut Balear de la Dona a cualquier mujer que crear haber sido víctima de cualquier tipo de agresión, incluso de tipo verbal.