El hombre de 82 años detenido en relación con la muerte de su mujer en Palma quedó en libertad con cargos el sábado por la noche, después de depositar en el juzgado de guardia los 6.000 euros de fianza que le impuso el juez como medida cautelar. Antonio L. M. acudió a su vivienda de la calle Rosselló i Caçador acompañado por la policía y después regresó a los juzgados con el dinero para abonar la fianza. Posteriormente fue puesto en libertad con cargos y pudo acudir a dormir a su domicilio, un octavo piso en el número 23 de la citada calle palmesana.
Ayer por la mañana, Antonio L. M. se negó a abrir la puerta de su domicilio y, brevemente, comentó que se encontraba «vivo y bien», y respecto a la muerte violenta de su mujer manifestó: «No hay nada que decir».
Juez
En su declaración ante el juez de guardia negó que él o su hijo fuesen los responsables de la muerte de María Luisa Perún, de 60 años, quien apareció desangrada en la vivienda el jueves.
Antonio declaró que se levantó sobre las once de la mañana de ese día, la encontró muerta en el pasillo porque, según él, se había suicidado o la había matado alguien que había entrado en la casa porque ella le abrió la puerta.
Su hijo, Antonio L., de 18 años, se negó a declarar ante el juez de guardia y se decretó su ingreso en prisión, donde ya ha pasado dos noches.
La mujer había sufrido antes de morir numerosos golpes y el médico forense detectó marcas de defensa en sus brazos.
María Luisa había dejado escrito en un diario que sufría malos tratos por parte de su hijo. La policía cree que la mujer fue golpeada por su hijo con unas mancuernas que fueron halladas manchadas de sangre durante en el registro en el domicilio.
La policía considera que el joven es el autor material de la muerte de María Luisa, mientras que su padre está acusado de comisión por omisión.