El comerciante que denunció haber sido apuñalado por dos encapuchados en el Mercat de l'Olivar ha reconocido en el hospital, donde sigue ingresado, que se lo inventó todo para poder cobrar una baja, ya que al parecer estaba a punto de acabar su contrato laboral y de esta forma podía prolongarlo un tiempo. El juzgado ya ha sido informado de la confesión del sospechoso.
Los agentes del Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía visualizaron las cámaras y, ante las numerosas contradicciones y evidencias, la presunta víctima se vino abajo y reconoció los hechos.
Se trata de un hombre que actualmente está pasando por unos momentos económicos muy complicados a consecuencia de la crisis. Ante esta situación, el varón decidió simular un presunto robo con violencia y durante el desarrollo del mismo se autolesionó con la finalidad de dar mayor credibilidad a la historia.
Descripción
El comerciante aportó datos falsos a los policías actuantes a los que les facilitó una descripción ficticia de los mismos y llegó a apuntar que tenían un acento extranjero.
La Policía Nacional y Policía Local realizaron una amplia batida por la zona con la finalidad de capturar a los supuestos atracadores. El suceso levantó una gran expectación y alarma en el mercado municipal.
El personal de seguridad activó el protocolo establecido en estos casos, se aumentaron las medidas de seguridad y la policía desplazó un gran número de efectivos a la zona. Al tratarse de una hora punta, fueron muchos los clientes que se interesaron por lo sucedidos.
Denuncia
Finalmente, el tendero, que fue conducido a un centro hospitalario para ser atendido de sus lesiones, confesó los hechos y ahora, los agentes responsables del caso han remitido un informe a la autoridad judicial competente para que tome las correspondientes medidas. El varón se enfrenta a un presunto delito de denuncia falsa, aunque no está claro que se le pueda imputar porque la denuncia que hizo fue verbal.