Después de tres días de juicio, los tres georgianos acusados de una oleada de robos en viviendas en Mallorca (catorce en dos semanas) finalmente confesaron. Los tres aceptaron condenas de cuatro años para uno y de cinco años y medios para los otros dos después de un acuerdo entre la Fiscalía y sus defensas al que al inicio del juicio se habían resistido.
Los tres están acusados de una oleada de robos idos en el mes de julio de 2011 en Palma, Inca y Manacor. Según aceptaron ayer, los acusados eran expertos a la hora de reventar cerraduras y empleaban un pico de oro y una llave inglesa para hacer saltar los bombines de las puertas y, de esta manera entrar en las viviendas. Elegían pisos que se encontraban vacíos durante esos días e iban directos a por joyas y relojes.
Su principal golpe lo cometieron en un piso de la calle Francesc Rover en el que se hicieron con un rólex y otros joyas valoradas en más de 20.000 euros. En otro piso, de la calle Jesús, se llevaron más de 10.000 euros en joyas.
Los dos con condenas más altas suman más pena porque se identificaron con documentos falsos que ocultaban su nacionalidad. Estos dos serán expulsados de territorio nacional en lugar de ingresar en prisión.