El excapitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, dijo ayer durante su asistencia a la primera vista del caso, en el Teatro Moderno de Grosseto, que confía en que la verdad sobre el naufragio de la embarcación el pasado 13 de enero frente a la isla de Giglio (Italia) «salga a la luz».
Antes de iniciarse la sesión uno de los supervivientes se acercó a Schettino para estrechar su mano, a la vez que expresó su afán de que la verdad sobre el caso se conozca rápido, una afirmación que el excapitán compartió.
La culpa
El juez de instrucción del caso ha rechazado todas las defensas presentadas por los abogados de las partes, incluido el de Schettino, y anunció su decisión al final de la sesión, que se celebró a puerta cerrada.
Por su parte, muchos de los pasajeros que vivieron el naufragio han insistido en que la culpa no es solo del capitán de la embarcación, sino que hay más personas sobre las que recae la responsabilidad, confiando en que la caja negra del barco aclare cuál fue la situación real.
El Costa Concordia se estrelló contra una roca frente a la isla italiana de Giglio a principios de año cobrándose la vida de 32 personas y, a partir de entonces, se abrió un proceso contra el capitán de la nave por un delito de naufragio por negligencia, homicidio involuntario, abandono del buque y daños medioambientales.
Mallorquines
En el Costa Concordia viajaba un grupo de turistas mallorquines y, entre ellos, Guillem Gual, de 68 años de edad, que falleció a raíz de las lesiones sufridas en el en transcurso del accidente.
Gual efectuaba este viaje con su esposa, recién casados y para celebrar su luna de miel.
La familia del fallecido se personó en su día en la causa, asái como el resto de mallorquines que, a mitad de enero del presente año, formularon una denuncia en un juzgado de Palma.
Los afectados reclaman una indemnización a la compañía, a la que tienen derecho según les comunicó la Asociación General de Consumidores (ASGECO).