Los exámenes forenses practicados al turista británico y su hijos fallecidos el sábado en aguas de Cala Antena (Manacor) ha concluido que William y Louis fallecieron ahogados. De esta manera, queda descartado que alguno de los dos -o incluso ambos- hubieran fallecido al golpearse contra las rocas, tal y como se especuló en los primeros momentos.
El lunes los forenses practicaron las dos autopsia en Palma, y los resultados fueron comunicados ayer al Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor.
Repatriación
Una vez concluidas las autopsias, se procederá a repatriar los dos cuerpos a la localidad de Hornchurch, en Essex, donde vive la familia inglesa. Abigail, la madre de Louis, y sus otros dos hijos, Mitchell, de 14 y Dylan, de 12, ya han regresado a su pueblo, próximo a Londres.
Amigos de la familia explicaron que en los próximos días se celebrará un oficio religioso en su pueblo natal, al que está previsto que asistan numerosos amigos, vecinos y allegados. La tragedia que el sábado sacudió a la familia Selvi ha causado honda conmoción en Inglaterra, donde los medios de comunicación se han volcado con el caso. La abuela paterna declaró que su hijo William había fallecido «como un héroe» al intentar salvar a su hijo lanzándose al agua, a pesar de que no sabía nadar.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado, a las once de la mañana. Los padres y sus tres hijos habían llegado el día antes, para pasar unos días en Cala Antena. Era su primer viaje al extranjero todos juntos y coincidió con un cambio radical del tiempo en Mallorca. De hecho, el sábado había temporal en el mar. El pequeño Louis se acercó a una plataforma, sobre las rocas, y una ola lo engulló. Su padre se lanzó al agua y poco después ambos fallecieron. La madre y los otros dos hijos presenciaron la tragedia y tuvieron que recibir asistencia psicológica.