Detrás de cada accidente de tráfico mortal se esconde una trágica historia. El municipio de Ses Salines amaneció ayer conmocionado al conocer el accidente de tráfico de dos jóvenes.
Al parecer y, según fuentes próximas a la investigación a la que ha tenido acceso Ultima Hora, un joven de tan solo 17 años de edad, cogió el coche de sus padres sin permiso y se marchó a las fiestas del pueblo. Una vez allí, el chico conoció a una joven que, el pasado mes de junio cumplió los 18 años, y se marcharon juntos. Sobre las cinco de la madrugada, justo a la entrada de Ses Salines, el joven perdió el control, el coche comenzó a dar vueltas de campana y la chica, que todo apunta que no llevaba el cinturón de seguridad puesto, salió disparada y falleció en el acto.
A pesar de que el conductor era un chico de tan solo 17 años de edad y que no disponía del correspondiente carnet de conducir, la Guardia Civil le practicó la prueba de alcoholemia dando un resultado negativo.
En el interior del vehículo se localizaron bebidas, algunas de ellas alcohólicas, pero parece que nada tiene que ver con el trágico suceso.
El joven conductor resultó ileso, tan sólo se vio afectado levemente en una de sus manos y las quemaduras típicas ocasionadas por el cinturón de seguridad.
Al tratarse de un menor de edad, las autoridades competentes pusieron el caso en manos de la Fiscalía de Menores.