Sigue la racha de incendios en verano. El fuego quemó madera pero esta vez no de un bosque sino la que almacenaba una empresa de derribos en la rotonda de Son Ferriol. El incendio se originó en torno a las cuatro de la tarde de ayer, al parecer por una imprudencia. Arrancó en una parcela propiedad de Derribos Delta S.L. La empresa tiene allí almacenados distintos materiales de edificios y, sobre todo, vigas de madera. Éstas se convirtieron en un combustible perfecto para las llamas que prácticamente terminaron con el almacén.
Para empeorar las cosas buena parte del suelo estaba cubierto de serrín, que contribuyó también a propagar el incendio y dificultó más tarde su extinción.
Al lugar de los hechos se desplazaron los Bombers de Palma que, ante la gravedad del fuego llegaron a acumular en el lugar hasta cuatro unidades, apoyadas por cinto camiones de Emaya y una cisterna para apagar las llamas. En la extinción del fuego también intervinieron medios aéreos. En concreto, un helicóptero y un hidroavión.
En torno a las siete de la tarde ya no quedaban llamas en la zona del incendio. El tamaño que alcanzó el fuego obligó al corte del tramo de carretera entre esta rotonda y el acceso a la autovía de Manacor más cercano.
Los Bombers lograron impedir que el fuego se extendiera fuera del recinto de la empresa. Se trata de una explanada en la que sólo existe una edificación, un taller situado en el centro con techo de uralita. El inmueble se vio afectado casi por completo por el fuego; de hecho ardieron tres de los cuatro lados del pequeño edificio.
Las labores de extinción se prolongaron durante toda la noche de ayer. Al estar la zona llena de madera, los bomberos tuvieron que refrescar las brasas durante mucho tiempo para evitar que se reavivaran las llamas. Algo similar ocurrió con el serrín que cubría buena parte del suelo, para cuya extinción, los bomberos tienen que apagarlo, removerlo para acceder al de abajo y volver a echar agua para apagar éste. El Cuerpo Nacional de Policía investiga las causas del incendio.