La autopsia practicada ayer al indigente que quedó atrapado en una cisterna de una casa abandonada de Son Fangos, en Palma, ha descartado que la víctima falleciera por inanición.
La forense Begoña Berlana realizó ayer por la mañana el examen forense a los restos momificados hallados en el pozo y ha constatado que el fallecimiento se debió a una parada cardiorespiratoria. En su estómago había restos de comida, lo que ha descartado que muriera por inanición. Tampoco parece probable que falleciera deshidratado. El indigente, que sufría problemas mentales, se introdujo por causas desconocidas en aquella cisterna. La salida del conducto era complicada, y quedó atrapado.
No ha quedado claro cuando le sobrevino la muerte, pero se debió a un shock o colapso agudo.
Dos meses
La hermana de José María Ll. D. había denunciado su desaparición, hace unos dos meses. El martes, la mujer visitó la casa de Son Fangos porque sabía que su hermano acudía ahí con cierta frecuencia.
En la zona de la cisterna, un intenso hedor la alarmó. Llamó a la policía y poco después encontraron el cuerpo sin vida, ya momificado.