El cadáver momificado de un indigente que había desaparecido en Palma hacía dos meses fue localizado ayer en una cisterna de una casa abandonada, atrapado en un cuello de botella. El Grupo de Homicidios se ha hecho cargo de la investigación y todo apunta a que José María Ll. D., de 49 años, quedó aprisionado en el pozo de manera accidental y murió al no poder salir.
La hermana del desaparecido llevaba semanas buscándolo y ayer visitó una casa del camino de Son Fangos, frecuentada por algunos 'sin techo'.
Registró las dependencias, en busca de algún indicio sobre José María, y reparó en un intenso olor. El hedor era nauseabundo al acercarse a la cisterna de la casa y la mujer decidió llamar por teléfono a la policía.
Cuando una patrulla llegó, comenzó a inspeccionar el pozo y descubrió lo que podía ser un cuerpo en el interior. Los bomberos de Palma fueron movilizados para rescatar el cadáver, que estaba aprisionado en una especie de cuello de botella. El operativo fue complejo pero finalmente los funcionarios consiguieron sacar al fallecido, que estaba en avanzado estado de descomposición.
Los expertos del Grupo de Homicidios, apoyados por la Policía Científica, examinaron el cuerpo y buscaron documentos entre sus ropas. Después se confirmó que se trataba de José María Ll. D., de 49 años de edad y cuya desaparición se había denunciado en Palma hacía dos meses.
Examen
La médico forense Begoña Berlana, que ayer se encontraba en funciones de guardia, examinó el cadáver y parece que no apreció signos externos de violencia. El juez ordenó el levantamiento del cadáver, mientras el Cuerpo Nacional de Policía examinaba la casa de Son Fangos en busca de indicios.
De momento no se ha aclarado el motivo por el cual José María bajó a la cisterna, pero la principal hipótesis policiales es que se quedó atrapado cuando intentaba salir del conducto y nadie le auxilió porque la casa está abandonada y sólo la frecuentan esporádicamente algunos 'sin techo'.