Electricidad ya no suministra, pero magnetismo tiene más que nunca. El antiguo edificio de Gesa, en la calle Joan Maragall de Palma, se ha convertido en los últimos meses en un imán para ladrones de cobre, vagabundos, yonquis y 'fumetas'. La Policía Local, por la mañana, y la seguridad privada, por la noche, intentan frenar esta avalancha de visitantes inesperados. El martes por la tarde, tres sospechosos fueron cazados dentro. Supuestamente, habían roto una ventana para acceder y la policía investiga si pretendían robar.
A las 19.00 horas, la policía fue avisada de que tres jóvenes habían accedido al recinto, por una ventana de la entrada principal. Rápidamente, cuatro patrullas de la USEI (Unidad de Seguridad Integral) se desplazaron al antiguo edificio de Gesa y controlaron las posibles salidas, para evitar que los sospechosos huyeran. A continuación, descubrieron que una ventana que da la calle Joan Maragall había sido fracturada. Además, el boquete era reciente, porque horas antes esa parte de las vidrieras estaba en perfecto estado.
Sin embargo, los agentes no pudieron confirmar que los tres jóvenes que habían entrado ilegalmente fueran los autores de los daños en el cristal.
Acto seguido, los grupos policiales se desplegaron por el interior del edificio, inspeccionando cada planta en busca de los sospechosos. Durante media hora el resultado fue negativo, pero los funcionarios tenían la certeza de que los chicos no habían podido salir del complejo y siguieron registrando cada estancia, de forma minuciosa. Al final, los detuvieron en la octava planta. Se trataba de tres menores, que declararon que habían entrado «para fumar». Insistieron en que no habían sustraído nada y fueron cacheados para confirmar este extremo.
Uno de ellos también llevaba una mochila, pero estaba vacía.
Los muchachos fueron sacados del edificio y los trasladaron al cuartel, desde donde se informó a la Fiscalía de Menores de lo ocurrido. Después, los agentes contactaron con sus padres, que se hicieron cargo de ellos. Al ser menores los acusados, ése es el protocolo habitual.
De un tiempo a esta parte, el 092 ha detectado que algunas banda organizadas de ladrones de cobre han sustraído cableado eléctrico del antiguo edificio de Gesa. En su interior, las cantidades de este material son ingentes, por lo que los investigadores temen que se multipliquen los asaltos al complejo cerrado.