La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha decretado el sobreseimiento provisional de la causa que investigaba si el príncipe saudí Sorl violó a la modelo Soraya en un yate de lujo en Ibiza. La defensa del imputado ya aseguró durante la instrucción del procedimiento que su patrocinado no estaba en la isla pitiusa cuando sucedieron los hechos en 2008 como tampoco «ha estado en Ibiza en más de una década».
El tribunal, presidido por el magistrado Eduardo Calderón, ha estimado así el recurso de apelación que interpuso la Fiscalía, que solicitaba el archivo de las pesquisas, y en su auto alega no poder «establecer con alguna solidez, y aún indiciariamente, lo que ocurrió en la madrugada del 11 ó 12 de agosto de 2008 en el yate donde dice la denunciante que ocurrió, dando diversas versiones, de lo que ocurrió».
En sus razonamientos jurídicos, la resolución incide en que «los ahora recuerdos nítidos y afirmaciones aplastantes no cuadran con las primeras versiones y el estado de inconsciencia o semiinconsciencia en el que dijo estar sumida incluso muchas horas después de suceder los hechos». «Algo debió de pasar pero no podemos establecer siquiera de modo indiciario lo que pasó», afirma el tribunal.
Es más, subraya que además «no se cuenta con datos que permitan mantener con ninguna fiabilidad que en esos imprecisos hechos estuviera involucrado como autor, instigador o beneficiario de unos presuntos abusos sexuales el personaje de la familia real árabe contra el que se pretende dirigir la imputación».
«Lo cierto es que la Fiscalía (y en principio también el Juzgado) nunca tuvo clara la involucración en los hechos denunciados de la persona contra la que se dirigía la denuncia, de ahí su insistencia en profundizar en la instrucción», justifica el auto.
«LAGUNAS, INCONSISTENCIAS Y CONTRADICCIONES»
El tribunal hace referencia a las «lagunas, inconsistencias y contradicciones» en las que ha incurrido la modelo, quien, recuerda la resolución, afirmó haber estado con el denunciado dos días antes de los hechos durante una hora en otro barco. Y asevera que cobra interés que Soraya denunciase una vez transcurridas 48 ó 76 horas. Hasta un total de cuatro declaraciones obran en la causa por parte de la modelo.
Cabe recordar que la defensa afirmaba que el príncipe saudí «nunca ha alquilado ni ha estado a bordo del yate Turama, como demuestran los registros del yate», tal y como manifestó en su día el abogado Horacio Oliva, socio senior de Oliva-Ayala, la firma de abogados española que asesora a Alwaleed bin Talal.
Tal y como incidió en su día, en agosto de 2008 el príncipe estaba en Francia con su esposa, hijos y nietos y en presencia de decenas de personas, «como confirman su pasaporte, registros de teléfono móvil, recibos de hotel y restaurante, registros de barcos, fotografías, videos, testimonios y declaraciones escritas de múltiples personas».
El letrado puso de relieve que la actuación de la Fiscalía de Ibiza y de la juez instructora era «la apropiada al examinar a fondo una denuncia que es falsa, sin fundamento y en constante cambio según la presunta víctima, su madre y sus abogados». «Las múltiples inconsistencias carecen incluso de un solo testigo que corrobore la historia o una sola prueba que tenga que ver con Su Alteza Real», llegaron a defender desde el bufete encargado de su defensa.
Según apuntó Oliva, la denunciante, su madre y sus abogados intentaron además denunciar en Alemania con una versión «completamente diferente e igualmente falsa», y las autoridades alemanas, después de haberla revisado, archivaron la denuncia «por inconsistente y sin apoyo alguno».