Una pareja apareció muerta a primera hora de la mañana de ayer en el paseo de Cala Gamba, en Palma. Ambos se encontraban abrazados dentro de un coche y según los primeros datos se quitaron la vida de forma voluntaria.
Sobre las ocho y cinco minutos de la mañana, un médico del hospital de San Juan de Dios, ubicado en las proximidades, detectó que en el interior de un Ford Focus aparcado junto a las rocas se encontraba una pareja, en apariencia dormida.
Muertos
Al acercarse un poco más, sin embargo, descubrió que estaban abrazados y con síntomas de haber fallecido.
El facultativo dio aviso a los equipos de emergencia y hasta ese lugar se trasladó una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía, que confirmó que el hombre y la mujer estaban muertos. Ambos eran de nacionalidad española, él de 40 años y ella de 33.
La causa de la muerte había sido por intoxicación por monóxido de carbono, ya que habían conectado una manguera al tubo de escape y la habían introducido por el maletero. El caso pasó a manos del Grupo de Homicidios de la Jefatura de Palma y los expertos de la Policía Judicial inspeccionaron el coche, en busca de indicios sobre lo ocurrido.
Todo indica, a falta del informe definitivo, que la pareja pactó el suicidio por la noche. En este sentido, también ha trascendido que el martes por la noche unos vecinos llamaron a la policía porque un hombre y una mujer merodeaban por las rocas de Cala Gamba, en actitud sospechosa.
Una dotación policial se desplazó hasta ese punto, pero no detectó nada extraño. Ayer por la mañana, en ese mismo paraje, aparecieron unos claveles y unas velas que habían colocado sobre las rocas, a modo de ritual.
La policía también ha confirmado que el conductor del coche acudió por la tarde a un centro comercial de Palma, donde compró cinta y un tubo, lo que refuerza la hipótesis de que el doble suicidio estaba pactado. En las próximas horas se practicará la autopsia a los dos cadáveres.