Uno de los porteros de una discoteca de Can Pastilla será condenado por un delito de lesiones tras dejar cojo durante una pelea a un joven que pretendía entrar al interior del local. La Fiscalía, la acusación particular y la defensa acordaron una pena de multa para el acusado. La sentencia tendrá que decidir sobre la indemnización de 110.000 euros que solicita la víctima.
Los hechos ocurrieron en el mes de marzo del año 2009. Según admitió el acusado, un grupo de jóvenes de origen colombiano llegaron al local, situado junto al balneario número dos. «Les dije que tenían que pagar ocho euros y querían pagar cinco» relata el acusado. En un momento dado, los jóvenes cogieron el sello del establecimiento y al intervenir los porteros comenzó una pelea que se trasladó casi hasta la playa. Según relató el herido, los porteros emplearon spray de pimienta contra ellos además de golpes. En el tumulto, el acusado admite que dio un fuerte puñetazo y una patada a la víctima, de tal manera que le rompió la rodilla. La herida provocó que el joven sufriera secuelas permamentes en la pierna, de tal manera que camina ayudado por una muleta.
Dos de los jóvenes que intervinieron en los hechos estaban acusados de una falta de lesiones por golpear a su vez al portero, si bien la Fiscalía retiró los cargos contra ellos.
El letrado del portero, Gregorio San José se adhirió en sus conclusiones a la petición de la fiscal de una pena de multa por un delito de lesiones al acusado. De esta forma, el juicio se centró en determinar si el portero era empleado de la empresa que explota la discoteca o no. De ahí depende quién tendrá que abonar una indemnización a la víctima. El problema es que en cuando ocurrieron los hechos se celebraba en el local una fiesta organizada por una persona diferente a los propietarios.