El Cuerpo Nacional de Policía detuvo, en la madrugada de ayer, a un hombre borracho que caminaba sobre las cinco de la mañana con su hijo pequeño por Palma. El varón, de 41 años de edad y nacionalidad boliviana, fue trasladado a la Jefatura de Policía acusado de un presunto delito de abandono de menores. Su hijo, de dos años, iba mojado de orín y llevaba el paquete sucio. El pequeño fue trasladado a Son Espases, donde se le efectuó un reconocimiento médico y le pusieron ropa limpia. Al comprobarse que estaba en buen estado de salud fue conducido hasta un centro de acogida. La madre del niño se personó después en las dependencias policiales para pedir explicaciones y dar algunas excusas. Los agentes indicaron a la mujer, que también presentaba síntomas de haber bebido alcohol, que su hijo había sido encontrado en un estado lamentable y estaba en un centro de acogida.
Llamadas
El padre detenido fue localizado por agentes de paisano y una patrulla en las Avenidas, después de que la policía recibiera varias llamadas de alerta. Estas personas indicaban que había un hombre con un cochecito de bebé que daba tumbos, no se podía mantener en pie y se había caído varias veces. Al llegar, los agentes encontraron al hombre en estado de embriaguez, el cual balbuceaba y casi no sabía ni cómo se llamaba ni dónde vivía.
El pequeño estaba mojado de orín y los policías le dieron una galleta, que se comió al instante. Ante la situación se decidió que fuese trasladado a Son Espases, mientras que el padre quedó detenido como presunto autor de un delito de abandono de menores. Una vez en la Jefatura de Policía se procedió a su identificación e ingresó en los calabozos.
La madre, también de nacionalidad boliviana, se presentó después en las dependencias policiales, donde se le informó de que de momento el menor ya no estaba bajo su tutela y se encontraba en un centro de acogida.