Absuelto pero casi con la misma condena que si hubiera sido culpable. José Juan Puchal admitió ayer haber asesinado a su pareja, Juana María Rebassa, con la que vivía en un piso tutelado en la calle Sant Josep de la Muntanya. Sin embargo, la Fiscalía, la Abogacía del Estado, la acusación particular y su defensa plasmaron en el mismo acuerdo que el acusado no era responsable de sus actos ante la suma de trastornos mentales que padece. Es decir, será absuelto al aplicársele una eximente completa por trastorno mental.
En la práctica, la absolución apenas supone un cambio en lo que le ocurrirá a Puchal. Antes las acusaciones solicitaban que cumpliera una pena de prisión de 20 años en un centro psiquiátrico y ahora se acuerda que quede interno en un centro médico para su tratamiento durante un máximo de 18 años. La medida de seguridad podría anularse en caso de que Puchal recibiera un alta médica y con el permiso del juez que impone la pena. Sin embargo, según los psiquiatras que le han examinado, ésto resulta muy improbable puesto que necesitará siempre tratamiento médico. El acusado tiene ahora 55 años.
El acuerdo entre las partes evita un juicio con un jurado popular que sólo tendría que haber decidido sobre el grado en el que la esquizofrenia de Puchal le afectó en el crimen. El acusado estranguló y después apuñaló a su pareja el 22 de enero de 2010. Después le cortó los pechos, se puso su ropa interior y huyó hasta ser detenido en Sant Llorenç.