El delicado estado de salud que presentaba José Alameda, el varón de 52 años de edad que fue asesinado hace unos días en la barriada palmesana de La Soledat, pudo jugarle una mala pasada y morir de un infarto al ser maniatado.
Los investigadores del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía no descartan ninguna hipótesis, pero fuentes cercanas al caso apuntan en la dirección de que posiblemente al verse amordazado en el momento del robo sufriera una parada cardíaca.
En el registro de la vivienda, sita en La Soledat, la policía encontró varias bridas (utilizadas supuestamente para inmovilizar a la víctima) y restos de la misma cinta americana que posteriormente fue localizada en Lloret con el cadáver.
Registro
Al mismo tiempo, la pareja sentimental del fallecido, denunció públicamente que en su casa apareció toda revuelta, y la caja fuerte abierta. Además, un punto que preocupó a Isabel fue que en el momento de la desaparición su marido no llevaba prácticamente ropa y sin los medicamentos que tomaba debido a su delicado estado de salud y que era diabético.
A partir de ese momento, los ladrones no tuvieron otro remedio que tratar de ocultar el cuerpo en una zona boscosa del municipio de Lloret.
Tras una exhaustivo examen al cadáver, los investigadores descartaron que el cuerpo presentara disparos de bala o heridas por algún tipo de arma.
Sobre la cantidad de dinero que tenía el fallecido en el interior de la caja fuerte de su vivienda los responsables del caso lo tienen muy claro. Bajo ningún concepto la cantidad superaría los 6.000 euros. Este punto es contrario a lo que algunos allegados a la víctima han apuntado a los medios de comunicación en los que afirmaba que podría haber una cantidad muy importante en la caja de seguridad.