El enemigo estaba en casa. La policía ha detenido a un trabajador del aeropuerto de Son Sant Joan que supuestamente ha robado un millar de carros portamaletas, para venderlos después a una empresa de metales para reciclaje ubicada en Palma. El operario arrestado, de 47 años e iniciales V.T.F., habría estado apoderándose de carros durante los últimos dos años. Según informó ayer la policía, ha sustraído más de mil y cada uno cuesta alrededor de 400 euros, por lo que el perjuicio sufrido por Aena -la empresa propietaria del aeropuerto-, asciende a más de 400.000 euros. Las ganancias que el sospechoso ha obtenido con la venta de los carros, que son de acero inoxidable y están bien valorados en el mercado de los desguaces y empresas de reciclaje, pueden ascender a unos 25.000 euros.
Furgoneta
La investigación ha sido llevada a cabo por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) adscritos al aeropuerto de Palma. Los agentes comprobaron que el detenido tenía acceso a las dos zonas del aeropuerto, la pública y la de pistas, y había vendido una enorme cantidad de kilos de acero en el desguace. De hecho, los propios policías quedaron sorprendidos por el volumen de acero que había llevado a la empresa de reciclaje de metales.
El sospechoso iba en muchas ocasiones a la empresa de desguace a vender los carros con la furgoneta de trabajo, decía que eran carros que estaban dispersos y abandonados por el aeropuerto y no se tenían que utilizar, por lo que nunca levantó sospechas en la empresa compradora.
También se tuvo constancia por parte de los investigadores que el detenido se habría estado dedicando a sustraer carros durante los dos últimos años, y el número de los que ha llevado a la empresa de desguace en base a los kilos de acero que le compraron.