Se llama Fernando, tiene 21 años de edad y reside en el Port d'Andratx. Hace unos días, una discusión por un aparcamiento en un párking público provocó que dos camareros le persiguieran, lo embistieran por detrás y le rompieran la nariz a golpes.
«Yo iba con mi coche por la avenida principal del Port d'Andratx. Hay un bar que tiene la costumbre, desde hace meses, de poner mesas ocupando aparcamientos de un párking público y gratuito de la zona para que sus clientes aparquen fácilmente. Yo llegué con mi vehículo y me percaté que había varias mesas ocupando la zona de estacionamiento. Junto a una de ellas, había un camarero. Yo le pregunté si podía apartar la mesa para poder aparcar y me dijo que no», relata Fernando.
A partir de ese momento, se entabló una acalorada discusión entre el joven andritxol y el camarero. Tras unos minutos de tensión, Fernando decidió marcharse.
Agredido
«Mi sorpresa fue mayúscula cuando me marché acompañado de una amiga en mi coche y, por detrás y sin mediar palabra alguna, me embistieron por detrás dos camareros del local, ambos de nacionalidad venezolana y de edades comprendidas entre los 30 y 40 años de edad. Comenzaron a pegarme golpes y me fracturaron el tabique nasal. Yo estaba derramando sangre por todo y los dueños del bar lo único que les importaba es que me fuera porque les estaba molestando a la clientela», concluye.
El joven conductor, acto seguido, se presentó en dependencias del cuartel de la Guardia Civil del puesto de Andratx con la finalidad de interponer la pertinente denuncia.
Los hechos también fueron puestos en conocimiento de la Policía Local de Andratx, competentes en el cumplimiento de que los locales no invadan la vía pública.
Fernando expresa públicamente su indignación ante «la falta de escrúpulos del padre y la hija -dueños del bar- que a pesar de verme herido lo único que les importó es que no molestase a la clientela».
La denuncia sigue su curso y el tema acabará en los tribunales.