La elevación del nivel de gravedad del accidente nuclear de Fukushima, en Japón, al grado máximo de 7 no tiene incidencia en la salud pública que requiera de nuevas medidas de prevención, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Desde el punto de vista de la salud pública, no hay necesidad de que se adopten nuevas medidas» aparte de las que ya se han tomado, como evacuaciones en las zonas cercanas a la central nuclear, señaló en conferencia de prensa María Neira, directora de Salud Pública y Medioambiente del organismo.
«Otro tema son las consecuencias medioambientales, pero la OMS no es quien debe valorar esto», agregó Neira acerca del anuncio ayer del Gobierno nipón de equiparar en el nivel 7 de gravedad el accidentes de Fukushima con el acaecido en 1986 en Chernóbil. La responsable de la OMS marcó distancias entre el accidente ocurrido en aquella central ucraniana -considerado hasta ayer el más grave de la historia- y el de la planta nuclear nipona, aunque subrayó que hablaba siempre en cuanto a la «salud pública».