«Nos pasamos, pero sólo era una broma pesada». Cuatro de los siete estudiantes implicados en la presunta agresión sexual a un niño de 11 años en Alcúdia ya han declarado ante la Guardia Civil como imputados. Los menores, de edades comprendidas entre los 14 y los 17 años, sostienen que querían gastarle «una gamberrada» a la víctima, reconocen que le bajaron los pantalones y lo humillaron, pero niegan que tuvieran intención de violarlo.
Tal y como adelantó ayer Ultima Hora, los hechos ocurrieron a las cinco de la tarde del pasado sábado, en la Avenida Tucán del Port d'Alcúdia. Un niño de once años jugaba con una pelota y se le acercó un grupo de estudiantes de origen sudamericano, a los que conocía de vista.
Tras un hotel
Según consta en la denuncia, los menores lo convencieron para jugar un partidillo y se lo llevaron a la parte trasera de un hotel cerrado, cerca de la discoteca Mágic. De acuerdo con el relato del niño, allí le bajaron los pantalones y le sometieron a una serie de vejaciones sexuales, utilizando una botella y un palo. La secuencia la grabaron con el móvil.
Los acusados, sin embargo, mantienen una versión distinta. A la espera de las declaraciones que faltan por concluir, los estudiantes sostienen que le gastaron una «broma pesada» al niño, y que le bajaron parcialmente los pantalones. «A lo mejor en broma le dijimos que le íbamos a meter un palo por detrás, pero no lo recuerdo», declaró uno de ellos, que aseguró que no había ninguna intención sexual, sino de «gastarle una gamberrada gorda». Uno de ellos confesó que tras las vejaciones metieron al niño de once años «en un contenedor de basura de color verde».
Hoy está previsto que continúen los interrogatorios de la Policía Judicial y en unos días las diligencias serán remitidas a la Fiscalía de Menores, para que adopte las medidas oportunas. Fuentes próximas a la familia de la víctima declararon ayer que el niño está muy afectado por todo lo ocurrido y que «no puede dormir porque tiene pesadillas».