Día de furia en la calle Aragón. O más concretamente: cinco minutos de locura en esa vía palmesana. En ese escaso margen de tiempo, y en el mismo tramo de la avenida, el Cuerpo Nacional de Policía se topó ayer con tres incidentes distintos: una señora que se quería suicidar, un conductor que se puso muy violento y tuvo que ser reducido y un joven que fue detenido porque estaba en busca y captura.
A las 13.15 horas, aproximadamente, el CNP fue informado de que una mujer caminaba por El Vivero, a la altura del número 290 de la calle Aragón, con un cuchillo en las manos. Se trataba de una señora que se había autolesionado y los agentes la calmaron y esperaron a que los sanitarios de una ambulancia la trasladaran a un centro hospitalario.
Otro altercado
En ese momento, algunos transeúntes se acercaron a los policías y les alertaron de que calle arriba, a unos metros, un joven estaba golpeando furiosamente su turismo.
Los funcionarios comprobaron que se trataba de un muchacho que propinaba patadas y golpes contra un Renault Clío, en cuyo interior se encontraban una chica y otro joven. Cuando intentaron calmarlo, aquél se puso más nervioso y comenzó a proferir gritos.
Varios motoristas del GOR (Grupo Operativo de Respuesta) rodearon al sospechoso y como no consiguieron que depusiera su actitud agresiva optaron por tirarlo al suelo y reducirlo. Después, el muchacho se tranquilizó relativamente y fue posible dialogar con él. Este cambio de actitud motivó que no fuera necesario arrestarlo, aunque lo identificaron y el informe del incidente será remitido al juzgado de guardia.
Por último, cuando parecía que no podía pasar nada más en ese tramo de la calle, un chico se encaró con los policías que habían reducido al conductor y les recriminó la supuesta dureza física que habían utilizado. Su tono molestó a los funcionarios, que lo identificaron y confirmaron que se encontraba en situación de busca y captura por la Guardia Civil, por lo que procedieron a su detención. En cinco minutos había pasado de todo en la calle Aragón.