El agresor sexual que causó pánico en las playas de Muro y Can Picafort entre 2005 y 2008 fue condenado ayer a 22 años de prisión después de que reconociera haber asaltado a 18 mujeres, a dos de la cuales las intentó violar.
El acusado, un hombre nacido en Coruña de 34 años de edad, se conformó con esta condena después de que la Fiscalía rebajara su petición de cárcel de 80 años a 22. La rebaja se explica en que el ministerio público ha reconocido como atenuante que el acusado padece un trastorno sexual: 'frotteurismo'. Es decir, que tiene la compulsión de tocar o rozar a personas contra su voluntad.
Esta enfermedad mental, según una psiquiatra que examinó al acusado, mermaron su capacidad para decidir en los 18 episodios de carácter sexual que practicó.
En la mayor parte de los casos, el acusado abordaba a mujeres que paseaban solas por la zona costera entre Platja de Muro y Can Picafort. Se abalanzaba sobre ellas y realizaba distintos tocamientos hasta que las mujeres conseguían escapar. Sin embargo, en dos ocasiones al menos, el acusado fue más violento y llegó a desnudar a las mujeres y a intentar violarlas, si bien en ambas ocasiones consiguieron escapar.
El acusado estaba casado cuando cometió los hechos y tiene dos hijos. Finalmente ha sido condenado a tres años de cárcel por cada una de las dos tentativas de violación y de uno por los otros 16 delitos. De esta manera, cumplirá un máximo de nueve años de cárcel, dado que éste es el triple de la pena más alta que se le impondrá.