La Sección de Refuerzo de la Audiencia Provincial ha condenado a 23 años y medio de prisión a un hombre por violar en dos ocasiones, agredir e intentar acabar con la vida de su compañera sentimental, hechos que tuvieron lugar en abril de 2009 en una vivienda de Palma en la que convivía con ella y con otra mujer, con la que el acusado tenía dos hijos, debido a los problemas de fertilidad que aquejaban a su víctima.
La resolución judicial obliga además al inculpado, Mario A.C., a indemnizar con 49.275 euros a Felicia M.S. por los daños ocasionados, y le prohíbe asimismo aproximarse a ella a menos de 500 metros durante un periodo de 41 años. En cuanto a la condena de prisión, el acusado deberá permanecer privado de libertad un máximo de veinte años a tenor de los límites de cumplimiento establecidos en el Código Penal.
Se da la circunstancia de que Mario A.C. ya había sido condenado dos veces y se le había prohibido aproximarse a Felicia durante un año -hasta junio de 2009-, por lo que uno de los delitos que recaen sobre él es el de quebrantamiento de condena, junto a dos de agresión sexual y otro de lesiones. Y es que el tribunal considera probado que, después de que Felicia fuese intervenida quirúrgicamente en el cuello del útero, motivo por el que no podía mantener relaciones sexuales hasta que le dieran el alta, el acusado la sujetó de los brazos y la violó pese a las negativas de la mujer por su convalecencia.
La víctima fue retenida en casa
Unos hechos que llevaron a Felicia a comunicarle que quería finalizar la relación, lo que el procesado relacionó con la existencia de un amigo de su pareja llamado Celso, por lo que impidió a su pareja salir del dormitorio, cerrando todas las ventanas de la casa y la puerta con llave, para nuevamente abalanzarse sobre ella, arrancándole el pijama que llevaba y sujetándola con fuerza hasta que acabó agrediéndola sexualmente por segunda vez.
Sin embargo, los hechos no acabaron ahí ya que entre ambos se inició una fuerte discusión durante la cual Mario arrojó a la mujer al suelo y la golepó de forma repetida en la cabeza con una botella de whisky, lo que provocó que comenzara a sangrar de forma abundante. Tras sacarla de debajo de la cama, donde se escondió para intentar protegerse, el acusado se percató de la hemorragia y como ya se había manchado las manos de sangre, le dijo que tenía que matarla.
El inculpado colocó así sus manos en el cuello, oprimiéndole fuertemente, y mientras la mujer le rogaba que no la matara, él le respondió que no podía dejarla así, por lo que se puso un calcetín en la mano y esgrimió un cuchillo para acabar con su vida. Los ruegos de Felicia y la promesa de que no contaría nada provocaron que el hombre cesara en su ataque. Una vez lavada la abundante sandre, ambos se trasladaron en taxi hasta el hospital de Son Llàtzer.
Así las cosas, Mario A.C. se ocultó en el domicilio que compartía con su pareja y la otra mujer, donde finalmente fue detenido el 22 de mayo de 2009, desde cuando permanece en prisión preventiva. Mientras, como consecuencia de las agresiones la mujer sufrió un traumatismo craneoencefálico además de diversas fracturas y contusiones, lo que requirió de tratamiento farmacológico así como apoyo terapeútico durante varios meses.