Vecinos de es Coll den Rabassa están en pie de guerra contra la Policía Local de Palma, a raíz de los incidentes registrados el miércoles por la noche en la calle Vicente Tofiño. Un policía local realizó cuatro disparos al aire al ver peligrar su integridad física y la de sus compañeros, y cinco jóvenes -cuatro chicos y una chica-, de entre 21 y 24 años, fueron detenidos tras el altercado.
Ahora bien, la versión policial difiere completamente con la de los implicados y numerosos testigos, que aseguran que los agentes «empezaron a pegar a una chica embarazada sin ningún motivo y luego el pueblo se les echó encima», manifestó Jesús, padre de una joven que «también fue agredida por los policías, como muchas otras personas que estaban allí». Los cinco detenidos pasaron ayer por la tarde a disposición judicial y luego quedaron en libertad provisional. Varios familiares, amigos y testigos acudieron al juzgado. La policía montó un dispositivo especial de vigilancia, pero no hubo incidentes.
Atestado
Según la policía, cuatro agentes del Grupo de Actuación Preventiva (GAP) acudieron al parque de la calle Vicente Tofiño, porque entra en su ruta habitual de vigilancia ya que han recibido quejas vecinales y han realizado otras actuaciones allí relacionadas con trapicheos de drogas. En este sentido, un portavoz policial señaló que tres de los cinco detenidos han sido denunciados anteriormente por consumo de drogas en la vía pública, por llevar perros peligrosos infringiendo la normativa y se les han requisado objetos susceptibles de ser utilizados como armas blancas.
A grandes rasgos, el informe policial indica que los agentes actuantes vieron a grupo de 10-12 personas en la plaza tirando cosas al suelo. Entonces incoaron cuatro actas por consumo de drogas, una de ellas a una chica. Esta joven, que fue detenida, empezó a alterar los ánimos y hubo una pelea dialéctica entre la chica y los policías, que se dispusieron a denunciarla por menosprecio a la labor de los agentes. La chica tiró la multa al suelo y un grupo de personas se acercó hasta el grupo y empezó a increpar a los policías. Otra joven, que está embarazada de seis meses y medio y ha sido imputada, también empezó a caldear los ánimos, según el atestado policial.
Cuando iban a identificar a otro chico uno de los policías fue agredido, cayó al suelo, dos individuos se le echaron encima y le intentaron quitar el arma pero no pudieron porque tenía el seguro, según el informe. A partir de entonces más personas se arremolinaron en el lugar y los policías tuvieron que hacer uso de las defensas y uno de ellos efectuó cuatro tiros al aire al ver peligrar su integridad física.Minutos después llegaron refuerzos y se disolvió el alboroto.
Sin embargo, diversos testigos, familiares y amigos de los detenidos explicaron ayer otra versión distinta del origen del tumulto, y culparon a los policías de «haber empezado a pegar sin motivo». Jóvenes que fueron golpeados por los agentes con las porras mostraron los partes de lesiones y manifestaron que denunciarán el «abuso policial». Según estos testigos, primero un agente entró rápido en moto en el parque y tuvo un enfrentamiento con un padre que le recriminó que había puesto en peligro a los niños.
Después identificaron a varios jóvenes, los denunciaron y quisieron llevarse con la grúa el coche de la chica embarazada porque estaba mal aparcado, cuando ella estaba allí. Al discutir la chica y el policía, los testigos aseguran que «el agente la golpeó y tiró al suelo sin motivo. Por eso después dos chicos se abalanzaron contra un agente y más gente fue hasta allí, pero los primeros que empezaron a pegar sin motivo fueron los policías y no hay derecho», reiteraron indignados. También aseguraron que el policía que sacó el arma los apuntó antes de disparar al aire.