Tras el incendio del bar fueron ingresados los bomberos Juan Gabriel Moyá y el sargento Pep Toni Far por intoxicación de humo y diversas quemaduras, así como dos agentes de la Unidad de Intervención Inmediata de la Policía Local de Palma, Dani Ferrer y Pep Martorell, que evacuaron a los vecinos de la zona y resultaron intoxicados. Tanto los bomberos como los agentes están fuera de peligro y evolucionan favorablemente, aunque «psicológicamente es un golpe muy duro para ellos», explicó uno de sus compañeros. Juan Gabriel Moyá es hijo de nuestros colaboradores del periódico Juan Moyá y Amalia Estabén, los cuales se encuentran muy afectados por lo ocurrido.
A lo largo de la jornada de ayer, los policías y bomberos ingresados recibieron la visita de la mayoría de sus compañeros y amigos, así como de diversas autoridades del Ajuntament, como la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, quien estuvo acompañada por el regidor de Seguridad Ciudadana y la directora de área, Antonio Donaire y Pepe Peláez, respectivamente, y Manuel Nieto, jefe de los Bombers. También visitaron a los heridos y agentes la ex alcaldesa Calatina Cirer y el portavoz del PP, Júlio Martínez, entre otros.
Apoyo
La alcaldesa de Palma agradeció las muestras de apoyo que están recibiendo por la tragedia y, tras visitar a los heridos, afirmó que «están bien dentro de la gravedad de una desgracia que ha atentado contra la vida de uno de ellos». Calvo aseguró que el cuerpo de bomberos es «muy importante para la ciudad», destacó que «el bombero que ha perdido la vida lo ha hecho para salvar la vida de los demás» y evitar lo que hubiese podido ser una tragedia más grave. La alcaldesa indicó que, a nivel institucional, se están preparando una serie actos «pero como nunca había pasado algo así», al ser la primera muerte de un bombero de Palma en acto de servicio en los 150 años de historia del Cuerpo, «estamos organizando protocolariamente las actuaciones».
Mañana lunes se prevé una visita al parque de bomberos, donde ayer los efectivos de guardia estaban completamente desolados.
Por otro lado, en la calle Andreu Feliu, donde se produjo el incendio del bar, los vecinos no dejaban de comentar el tema, especialmente los del bloque del número 14, que se encuentra encima del local incendiado, el bar «Jamón Jamón». Los vecinos estuvieron durante la mañana limpiando sus casas, especialmente los de los pisos bajos, ya que quedaron afectados por el humo.
Neus es la vecina del 1ºB y ayer explicó que «nos tenemos que ir a un hotel porque aquí está todo lleno de suciedad por el humo, salía humo hasta del desagüe de la ducha, fue una cosa increíble». Cuando se produjo el incendio, en el piso estaba su marido y una de sus dos hijas. Ambos no pudieron bajar a la calle por las escaleras y fueron evacuados a la azotea. «Desde allí los hicieron pasar a un edificio vecino y los bajaron, hubo momentos de muchos nervios», concluyó.
Durante la mañana de ayer, los vecinos y personas que paseaban por la zona también se asomaban al interior del bar para ver el escenario de la tragedia.