El destino jugó una mala pasada a Alejandro Ribas, al que todos llamaban Àlex. Por circunstancias de la vida, el bombero había cambiado su turno de guardia con un compañero y, en teoría, no debería haber trabajado cuando sufrió el trágico accidente. Alejandro formaba parte del Turno A y el viernes estuvo operativo con el Turno D. Se da la circunstancia de que el Turno A, es decir, los compañeros habituales de Àlex, estaba de guardia ayer, por lo que la jornada en el parque de bomberos, donde las banderas ondeaban a media asta, fue especialmente dura.
«Venimos a trabajar porque no queda otro remedio, no hemos pegado ojo en toda la noche y estamos aquí porque supongo que hay que salir adelante, pero es un palo», explicó Toni, uno de compañeros de Alejandro.
Pep, otro compañero, destacó: «Àlex era un tío genial, lo daba todo, de lo mejor que había en el parque sin ninguna duda, era alegre, simpático, genial, un gran compañero».
«Imprevisible»
Manuel Nieto, jefe de los Bombers de Palma, acompañado por la directora de área Pepa Peláez, compareció, muy afectado y con lágrimas en los ojos, ante los medios para dar a conocer el sentir del cuerpo y algunos detalles de lo ocurrido. Nieto manifestó que la muerte de Àlex fue «totalmente imprevisible y se abrirá una exhaustiva investigación para esclarecer las causas». Recordó también que los bomberos «están muy preparados y se trata del primer fallecido en los 150 años de historia del Cuerpo».
Asimismo indicó que todos los compañeros «estamos muy afectados, hemos intentando dar muchísima fuerza a la familia y, sobre todo, al propio cuerpo».
Alejandro Ribas ingresó en los Bombers de Palma en octubre de 2005. Anteriormente había trabajado como auxiliar de vuelo y de policía local en Sóller. Vivía en pareja y había sido padre de un niño hace dos años.
Australia y la fotografía eran dos de sus grandes pasiones. Había vivido en aquel país durante un tiempo y hace poco había estado de viaje cerca de dos meses.
Àlex había salido en el calendario de los bomberos en 2008 y fue el que realizó las fotografías del último calendario, debido a su afición a la fotografía. Sus compañeros recordaban ayer este hobby y, en un tono de recuerdo, destacaron que «últimamente se había pasado a la imagen y estaba haciendo un vídeo con las recetas del cuerpo de bomberos».
También realizó un simpático vídeo en YouTube en el que se va equipando, para saber cuánto pesa al final un bombero con todo el equipamiento completo.
Sus compañeros, al recordarlo ayer en el parque, no podían reprimir las lágrimas y se repitieron las imágenes de desolación y conmoción.