Quién tiene un amigo, tiene un tesoro. Eso debía pensar la mujer a la que María Isabel M.V. robó en el año 2005 el DNI aprovechando su relación de amistad, contratando posteriormente una tarjeta de crédito con la que llegó a dilapidar más de 7.400 euros de la víctima.
Ahora, la sección segunda de la Audiencia de Palma ha condenado a 2 años de cárcel a la mujer de 35 años, al considerar a María Isabel M.V. responsable de un delito de falsedad en concurso con otro de estafa por unos hechos que ocurrieron en los años 2005 y 3006.
Según narra la resolución judicial, la condenada mantenía una relación de amistad con otra mujer, con la que convivió en una casa de Palma de noviembre de 2005 a febrero de 2006 y a la que robó el DNI.
Sin que su amiga lo supiera, acudió luego a una oficina de una caja de ahorros y, haciéndose pasar por ella, abrió dos cuentas corrientes. A continuación, indica la sentencia, contrató una tarjeta de crédito a nombre de la amiga y la domicilió en una de las cuentas.
En marzo de 2006, la condenada realizó con esta tarjeta varias compras en distintos establecimientos de Palma y en otras localidades de Mallorca por un total de 6.280 euros, usando siempre el DNI de su amiga y firmando en su nombre.
También adquirió fraudulentamente seis cheques de viaje por valor de 600 euros y, posteriormente, contrató una línea de teléfono móvil a la que cargó 558 euros en llamadas.
Por estos hechos, la Audiencia condena a María Isabel M.V. a dos años de cárcel y al pago, en concepto de responsabilidad civil, de 6.852 euros a la entidad de la tarjeta de crédito y de 558 euros más a la compañía telefónica.