Mañana dominical de incendios en casas. Tres particulares y un policía resultaron intoxicados ayer, y decenas de vecinos fueron evacuados, a consecuencia de dos fuegos que se declararon en un piso de la calle Sant Bartomeu de s'Arenal y un chalet de Portopí.
De acuerdo con los datos facilitados por los Bomberos de Palma, el primer siniestro se declaró sobre las diez menos veinte de la mañana, en una vivienda ubicada en el entresuelo. El fuego comenzó en una máquina para calentar cera y las llamas quemaron plásticos del baño, por lo que se formó una densa y tóxica humareda.
Evacuados
Los servicios de emergencia decidieron evacuar el edificio, en el número 19 de esa calle, y en total fueron vaciadas 22 viviendas. Un policía intentó sofocar las llamas con un extintor y resultó intoxicado por el polvo, por lo que fue atendido en la Mutua Balear. Otros tres vecinos tuvieron que recibir asistencia médica en el hospital de Son Llàtzer, ya que habían inhalado el humo nocivo.
El incendio, paradójicamente, no causó grandes daños en la casa del entresuelo, ya que en realidad se quemaron pocos metros cuadrados.
Horas después, sobre las dos menos veinte de la tarde, se recibió otra alerta por incendio en un lujoso chalet de la calle Can Morro número 17, en la zona de Portopí. Se trata de una vivienda con una gran terraza delantera, y el incendio se inició precisamente allí. La casa, en esos momentos, estaba abandonada, pero fueron los vecinos los que alertaron de que las llamas se estaban propagando por el jardín y la fachada de la finca.
Nuevo desalojo
La columna de humo que se elevó sobre Portopí era visible desde El Molinar, por lo que los equipos de emergencia recibieron numerosas llamadas de particulares. Hasta esa dirección acudieron bomberos, policías locales y nacionales, ambulancias de SSG y una dotación del 112, para coordinar las labores de extinción.
Tres casas colindantes con el chalet fueron evacuadas de manera preventiva, al igual que un edificio que se encuentra justo enfrente. Los vecinos esperaron a pie de calle a que finalizaran las tareas, que no pudieron evitar que el jardín quedara arrasado. Todo apunta a que una colilla lanzada por algún desconocido pudo provocar el siniestro.