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La policía no ha sido capaz en más de ocho años de obtener ninguna pista de Ana Eva

Ana Eva Guasch.

| Palma |

Más de ocho años llevan los agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía de Palma tratando de resolver, sin éxito, la desaparición de Ana Eva Guasch, ante la desesperación de familiares y amigos.
Hace unos días, responsables del grupo, procedieron a la detención del exnovio de la profesora desaparecida, en Palma, en el año 2001. El arresto se produjo a las 13.15 horas del miércoles y antes de las 19.30 horas ya estaba otra vez puesto en libertad. Llama la atención que el joven quedase en libertad con cargos de homicidio, pero en ningún momento fue puesto a disposición judicial.


Registro
La Policía Nacional reactivó la investigación a raíz de que en uno de los últimos registros realizados en el domicilio de la filóloga, hace años, su compañero sentimental, un ciudadano argentino, localizara un trozo de tarjeta que, supuestamente, quiso hacer creer a los investigadores que los autores de la desaparición de su novia habían utilizado para acceder a la habitación.
Tras numerosos años, la Policía Nacional descubrió que se trataba de un trozo de tarjeta de bingo o de un salón de juegos de Argentina. Este hecho demostraría que el sospechoso colocó la prueba para tratar de desviar la atención de los investigadores.
En un escueto comunicado de prensa facilitado por el Gabinete de Comunicación se expresa que, un varón, que responde a las iniciales R.M.V., fue detenido por su presunta implicación en la desaparición de la profesora Ana Eva Guasch, el 21 de octubre de 2001.
La Jefatura Superior de Policía de Baleares informó igualmente de que el arresto se produjo el miércoles y que, tras ser interrogado, durante seis horas, el hombre fue puesto en libertad con cargos por su relación con un presunto delito de homicidio.
Las mismas fuentes policiales hicieron un inciso importante en referencia a que para la policía se trata de un caso prioritario y que, bajo ningún concepto, se cerró nunca, pero también reconocen que hay muchos flecos sueltos.

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