Juan Andrés Lucas, el joven de 21 años que fue atacado por cuatro individuos en el callejón que une Gomila y el Passeig Marítim el pasado fin de semana, continúa ingresado en Son Dureta a la espera de ser operado de las lesiones que padece en la cara. Ayer recordó la agresión que padeció, alrededor de las cuatro y media de la madrugada del viernes al sábado.
Juan Andrés iba caminando solo de Gomila hacia el Marítim por el citado callejón, cuyo nombre oficial es calle Banys. «Había cuatro jóvenes, uno de ellos se acercó a mí, me cogió la cabeza y me dio un golpe contra la pared, perdí un poco el sentido y vinieron los otros hacia mí, empezaron a darme golpes y a insultarme sin motivo alguno», explica el joven, vecino de Palma.
Respecto a los motivos de la agresión, Juan Andrés indica que empezaron a pegarle sin decirle nada: «No me pidieron dinero ni nada, me pegaron sin hablar, sin ningún motivo, ni siquiera pude decir nada para intentar defenderme». Tras recibir los primeros golpes, el joven se marchó corriendo hacia el Passeig Marítim.
Frente a una conocida discoteca, en la vía pública, dos de los agresores lo alcanzaron y lo tiraron al suelo. Acto seguido, uno de ellos le dio una fuerte patada en la cara que le destrozó la mandíbula.
«Delante de la discoteca me cogieron otra vez y me dejaron fuera de combate, me dieron puñetazos y cabezazos hasta que me tiraron y después me dieron patadas en la cabeza», recuerda Juan Andrés, quien añade: «El viernes, o si puede ser antes, me tienen que operar de la mandíbula porque no encaja bien, tengo varias fisuras y también un pómulo bastante mal, además, debido al golpe de la cabeza contra la pared, me han puesto seis puntos en la cabeza y tres en una ceja».
No obstante, el joven palmesano se muestra optimista: «Podría estar mejor, pero estoy bien, mis amigos me vienen a visitar y los días no se me hacen tan largos, me han dicho que el día después de la operación podré ir a mi casa».
Tras la agresión, el joven fue auxiliado por varios testigos y trasladado después a Son Dureta, donde quedó hospitalizado.
Agentes de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) se desplazaron al Passeig Marítim y se encargaron de realizar la investigación. Los testigos indicaron que a unos 60 metros estaba el joven que le había dado la patada cuando estaba en el suelo. Los agentes procedieron a la detención de este individuo, que tenía la punta del zapato manchada de sangre, y dieron una batida por la zona para localizar al resto de los agresores.
«A uno lo han detenido, espero que al resto también los cojan porque esta gente es peligrosa por la calle», concluye el joven agredido.
«Me dieron una paliza sin motivo alguno en el callejón de Gomila»
El joven atacado por cuatro individuos en el callejón entre Gomila y el Passeig Marítim recuerda la agresión
G.Picó |