La niña de 11 años de edad que, según la policía, fue secuestrada de su dormitorio por un agresor sexual, fue encontrada muerta en una zona boscosa cerca de donde vivía, en Salisbury, Maryland, según informaron ayer medios locales.
Durante la jornada del jueves, miles de voluntarios se prestaron para colaborar con la policía en el rastreo de parajes para encontrar a la pequeña Sarah Haley Foxwell, que finalmente fue hallada muerta a media tarde a unos 20 kilómetros de donde vivía, en una zona boscosa.
El cuerpo de la niña se va a someter a una autopsia para determinar la causa de la muerte, si bien no han trascendido detalles de las primeras observaciones policiales.
Sarah Haley Foxwell desapareció el martes por la noche de la cama donde dormía en casa de su tía materna, que tiene la custodia, según informó la policía.
Una hermana pequeña de la niña se despertó durante la noche y vio cómo Sarah salía de la habitación con un antiguo novio de su tía, un hombre con antecedentes penales por agresión sexual.
El hombre, identificado como Thomas James Leggs Jr, de 30 años de edad, fue detenido el miércoles por la policía bajo los cargos de secuestro y allanamiento de morada.
De momento no se han formulado cargos adicionales.
El hombre rompió la relación con la tía de la pequeña hace un mes, pero según la policía, sabía que la familia guardaba una llave en la entrada para poder acceder a la vivienda.
La policía continúa con las investigaciones para tratar de esclarecer el caso, que ha causado un gran revuelo en Maryland y ha tenido una amplia repercusión mediática, reabriendo el debate sobre la conveniencia de alertar de presencia de pedófilos condenados una vez que salen de prisión.