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Un paciente agrede a dos sanitarios de una ambulancia en Inca cuando lo estaban atendiendo

Para reducir al enfermo fueron necesarios cuatro policías locales y maniatarlo a la camilla del vehículo con los grilletes

JULIO BASTIDA
Los hechos se remontan a las 20:39 horas, cuando la central de las ambulancias envió a Ramón y Miguel a la Avenida de Alcúdia de Inca. Según las primeras informaciones, los dos jóvenes técnicos en transporte sanitario debían recoger a un joven de unos 22 años con síntomas de embriaguez. A su llegada, los ambulancieros se encontraron con un varón, de 50 años, tumbado en el suelo y llorando desconsoladamente.

Agresión
«Nosotros llegamos al lugar y nos encontramos con un hombre de apariencia tranquila que lloraba en la calle. Nos acercamos y lo ayudamos a sentarse en la camilla. En ese momento el paciente comenzó a vomitar y, para que no se atragantara con su propio vómito, lo fuimos a colocar en la posición de defensa. Fue entonces cuando, sin mediar palabra, la emprendió a puñetazos y patadas contra nosotros», relata, visiblemente afectado Ramón León.

«Yo estaba colocado detrás del varón sujetándole la cabeza para que no se atragantara cuando me dio un puñetazo en la nariz. En ese momento, un total de cuatro policías locales de Inca que se encontraban en la zona acudieron en nuestra ayuda y, con grandes dificultades conseguimos reducirlo entre los seis», añade Miguel.

Según parece, el paciente había ingerido bebidas alcohólicas en grandes cantidades y, además se medica sufriendo trastornos bipolares severos.
Los policías, una vez reducido el paciente, lograron introducirlo en la ambulancia. Tras esposarlo en la camilla del vehículo se decidió que por cuestiones de seguridad una pareja de agentes acompañasen a los técnicos en el interior de la ambulancia y otra patrulla los escoltaría con el vehículo policial hasta el Hospital Comarcal d'Inca. Una vez en el centro hospitalario el paciente quedó ingresado en el área de psiquiatría.

Los dos jóvenes ambulancieros fueron sometidos a un exhaustivo examen médico y atendidos de las lesiones. Contusiones por distintas partes del cuerpo, fractura de la zona labial, policontusiones en la zona nasal y arañazos fueron algunas de las consecuencias del enfrentamiento.

Ramón, apunta: «Hace unos días vuestro periódico publicaba que a dos compañeros nuestros les habían dado una paliza en Palma. Estamos vendidos. Imagina cuando nos envían a las dos o las tres de la madrugada a cubrir servicios a fora vila. Nos metemos por caminos y zonas muy peligrosas y no sabemos que nos vamos a encontrar. Lo peor de todo es cuando tenemos que trasladar a enfermos psiquiátricos y lo hacemos sin protección alguna. El otro día llevé a una mujer al hospital y, nada más llegar, la emprendió a golpes con las enfermeras», finaliza.

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