Javier Rodrigo de Santos fue al juzgado la mañana antes de que la Audiencia Provincial decida si ingresa o no en prisión. El ex concejal de Urbanismo acudió junto a su abogado, José Ignacio Herrero, al Juzgado de Instrucción número 12 de Palma. El motivo de la visita fue ratificar la denuncia que había presentado ya sobre posibles irregularidades en las investigaciones que terminaron con dos condenas en su contra: una de 13 años y medio por delitos de abusos sexuales y otra de dos años por malversación de caudales públicos.
A lo largo del último juicio, en el que se le juzgó por abusar de cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, el ex edil se explayó en sus sospechas sobre la existencia de una conspiración en su contra. En especial en su turno de última palabra, De Santos desgranó una serie de sospechas y acusaciones veladas en las que apuntaba a la venganza de un empresario por decisiones tomadas desde la Concejalía de Urbanismo de Cort. En sus palabras también apuntaba a ASI, el partido político fundado y liderado por Joaquín Rabasco y extendía sus sospechas a los policías que registraron el burdel 'Casa Alfredo'. La propia sentencia que le condena, calificó las palabras del ex concejal como «insinuaciones» y afirmaba que «no son más que eso e impiden que se puedan siquiera considerar en esta sede».
Hoy a las doce y media, Rodrigo de Santos tiene que comparecer ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma para la celebración de una vista en la que se decidirá su ingreso en prisión provisional. La Fiscalía ha solicitado esta medida a raíz de la condena a trece años y medio de prisión por los abusos a menores. Ahora mismo, De Santos se encuentra en libertad bajo fianza de 100.000 euros que pagó el pasado mes de mayo antes de ser condenado y debe personarse cada mañana en sede judicial para evitar una posible fuga.